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Medellín: El modelo latinoamericano de ciudad inteligente

Que se puede aprender y aplicar Ensenada
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Conocer de primera mano, como las mejoras en infraestructura e involucramiento social fomentando la cultura y la identidad fueron claves para que Medellín Colombia se convirtiera en un referente latinoamericano de ciudad inteligente, fue uno de los objetivos centrales de la reciente gira realizada por ensenadenses a dicha ciudad.

Julio Salinas López presidente del Consejo Consultivo Económico de Ensenada explicó que los participantes en esta gira que involucró a iniciativa privada y funcionarios municipales en funciones y la alcadesa electa Claudia Agatón, quienes visitaron sitios que resultan fundamentales para entender la evolución de Medellín en materia de infraestructura, seguridad, cultura y gobernanza.

Este cambio no ha sido inmediato, aclaró. Lleva alrededor de dos décadas. Inició tras la caída de Pablo Escobar y el reacomodo de diversos grupos delictivos y guerrilleros que intentaban quedarse con el territorio urbano de Medellín, pero con la iniciativa de un alcalde lograron modificarlo.

Uno de los caminos fueron recursos procedentes de la ONU para desarrollar las primeras transformaciones urbanas que tenían como finalidad mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Medellín, especialmente de los más vulnerables en temas básicos como son movilidad, desarrollo económico, cultura, educación, seguridad y gobernanza.

¿Cuánto tiempo se tardaron en hacer todas esas modificaciones?

Medellín se ubica en un valle rodeado por dos cordilleras y cerros de ahí que la movilidad era un reto y resultaba fundamental para los habitantes.

La primeras transformaciones, tardaron alrededor de 12 años empezando a principios de este siglo.

Uno de los ejemplos es un barrio que se llama Santo Domingo, para el cual se gestionaron recursos a través de ONU Habitat e hicieron un concurso internacional para diseñar y construir un centro cultural. Ganó un arquitecto de renombre y ese proyecto que hicieron fue algo que cambió el entorno del barrio y provocó que la gente se comenzara a apropiar del proyecto.

“Como les funcionó muy bien, comenzaron a hacer más de estos edificios, en otros barrios ya de manera local con arquitectura de gente del lugar lo que ayudó a mejorar aún más las condiciones de los proyectos y en el proceso generar empleo, recursos y al tiempo que se apuntalaba la cuestión de beneficio social se mejoraba en el área la movilidad para tener acceso a dichos centros”.

Otro proyecto, tuvo que ver con una escalera eléctrica enorme, en un barrio conocido como Comuna 13 que por su ubicación en cerros hacía complicado el traslado de sus habitantes y la policía para combatir a los criminales que polulaban en ese lugar.

Es una escalera eléctrica que sube un cerro a lo largo de casi un kilómetro con paradas específicas donde se ubicaron mini estaciones de seguridad para garantizar, precisamente la seguridad de los usuarios y dio resultado.

El sitio, uno de los más inseguros de Medellín en una década se convirtió poco a poco en un referente de seguridad y no solo eso, sino en un atractivo turístico y un polo de desarrollo económico y comercial.

Otra obra fue el Metrocable, un sistema similar a un teleférico que permite que la población baje y suba de forma segura desde los cerros y se traslade a distintos puntos de la ciudad con seis líneas distintas que conectan puntos neurálgicos de la zona urbana.

En el mismo entorno y aparejado a las obras de movilidad, se continuó el desarrollo de los centros comunitarios denominados parques bibliotecas, edificios donde además de las escuelas se ubican, mediatecas y áreas de esparcimiento y cultura lo que permite un desarrollo integral y que los residentes se apropien y cuiden de ellos.

El mismo cambio en el entorno propició luego el aumento de manifestaciones culturales con grandes murales públicos para recuperar paredes vandalizadas y junto con ello el apuntalamiento del organismo descentralizado conocido como Empresas Públicas de Medellín (EMP)

EMP, es un organismo administrador propiedad del Distrito de Medellín que gestiona, da y cobra servicios públicos, promueve obras y las fondea con recursos propios derivado de lo que paga la población.

Sus productos son Energía Eléctrica, agua, gas natural, alcantarillado, servicio de limpia y telecomunicaciones.

Aunque data de finales de los 50s, se renovó con el inicio de este siglo y los recursos que obtiene le han servido para generar riqueza en invertir en nuevas obras, no solo en Colombia sino en otros países latinoamericanos bajo la premisa básica de la transparencia. Es el desarrollador del primer edificio inteligente de esta nación en donde se ubica su sede.

La transparencia en el manejo de los recursos y la inversión en obras para el Distrito de Medellín y otras regiones que incluyen presas, plantas de tratamiento, acueductos y otros de sus mismos fondos.

Todas estas obras y formaron parte de la gira y el diplomado que se realizó, donde se verificaron los avances de Medellín en materia de infraestructura y se analizó como aplicar en Ensenada, formatos similares basados en los proyectos de ciudad inteligente.

Uno de los datos relevantes tiene que ver con la trascendencia de obras de infraestructura urbana que van más allá de un trienio o un sexenio, a las que pueda darse seguimiento y se evalúe el impacto social que tienen en la comunidad.

“No es una fórmula mágica, debe ser constante, los colombianos que atendieron la gira, procedentes del gobierno, academia e iniciativa privada puntualizaron que las decisiones y actuaciones que se realizaron fueron tras tocar fondo a causa del narcotráfico y la guerrilla, cuando advirtieron que dar servicios y mejorar la vida en comunidades vulnerables era uno de los caminos para mejorar la sociedad en su conjunto”.

Pero sumaron fuerzas, no solo para proyectos aislados sino conjuntamente en donde la Iniciativa Privada, caso de la Cámara de Comercio de Medellín han aportado recursos para obras, no solamente pidiendo a los gobiernos que lo hagan por ellos, se han organizado y han probado que se puede hacer.

Trabajan además en cursos, talleres, diplomados para sus agremiados independientemente del tamaño.

La ciudad aún tiene muchos retos, la migración por ejemplo que ha derivado en muchas personas en situación de calle procedentes de naciones como Venezuela que huyen del régimen en busca de mejores condiciones de vida.

¿Qué se puede hacer?

Esta visión de ciudad puede retomarse, la conoció la nueva alcadesa Claudia Agatón, de primera mano, la importancia de la transparencia, de la educación, la cultura, obras que no son de ‘relumbron” y que son permanentes de mediano y largo plazo.

La relevancia de la planeación algo que se ejecuta incluso cuando se trata de candidatos que llegan con un Plan de Desarrollo y lo deben de cumplir.

Como el gobierno municipal puede apuntalar programas de educación o cultura y obra pública para resolver problemas de la ciudad e involucrar en ello a la sociedad.

La importancia de perfiles de los funcionarios, que sean los mejores por su capacidad y se fundamente en una planeación organizada.

Otro es la digitalización del gobierno, la transparencia y la gobernanza, todo bajo reglas claras que Ensenada puede plantearse en esta nueva administración.

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