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Ex Mercado Público, de histórico sólo quedó el terreno

Decisión centralista terminó con este edificio del patrimonio local
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Entregado esta semana como parte de las obras ejecutadas con recursos federales, el antiguo edificio del Mercado Público perdió en el proceso lo poco que le quedaba de histórico, excepto los terrenos donde una vez estuvo la primera casa, de lo que ahora es la ciudad de Ensenada.

Aunque se recuperaron las ventanas del edificio que a finales de los años 40, fueron colocadas en la reconstrucción, tras ser consumido el palacio municipal por un incendio, del antiguo Mercado Municipal quedó solamente el nombre ya que buena parte de la estructura original fue removida, explicó el arquitecto Julio Salinas López, Presidente del Consejo Consultivo Económico de Ensenada (CONSULTEN) y del Patronato del Centro Histórico.

Recordó, que en el 2017, el Patronato del Centro Histórico inició una declaratoria de dicho edificio, como patrimonio cultural del Estado ya que se encontraba enlistado en los edificios susceptibles a declaratoria de acuerdo a la Ley del Patrimonio Cultural.

El Ayuntamiento como propietario tuvo la posibilidad de hacer dicho proceso de declaratoria y posterior rehabilitación del edificio histórico, pero nunca lo hizo y se puso en manos del programa de Mejoramiento Urbano Federal, que decidió hacerlo a su manera.

Aunque se intentó que se respetara la estructura original y se convirtiera en un espacio realmente comunitario que mantuviera el acervo del Archivo Histórico, no hubo éxito, pese a que hubo acercamientos para coadyuvar con ellos con el fin de que la rehabilitación fuera lo más apegado a la estructura original.

La Federación contrató el proyecto ejecutivo de la SEDATU a través de una licitación, con el arquitecto Felipe Leal y a su despacho al frente, quien cuenta con una trayectoria reconocida a nivel nacional, sobre todo en la recuperación de espacios públicos en centros históricos, lo que inicialmente dio esperanza de alguna protección.

Recordó que cuando se nombró el equipo, se le solicitó que participara en colaboración con la sociedad ensenadense y tampoco ocurrió.

Al inicio con el proyecto ya avanzado hubo una invitación al sector cultural e histórico de la ciudad, con Felipe Leal, el alcalde y su equipo donde se presentó el proyecto que es lo que finalmente se desarrolló.

Se les dijo en su momento, que no estaban de acuerdo con ese proyecto, que debió haber sido socializado, que debió haber tenido otro contexto dentro de la ciudad, la escala, su imagen urbana, el contexto en el que está desarrollado y otras partes de las normativas que no se estaban cumpliendo, sin resultados.

Eran incumplimientos en partes de edificación, de coeficientes de uso del suelo, de ocupación y la situación peligrosa en la que se pondría si se albergaba ahí el archivo histórico, cerca de restaurantes o bares dentro del mercado que pretendían e hicieron.

La respuesta a ello, fue ignorar a los ingenieros, arquitectos e historiadores de Ensenada y aplicar las reglas centralistas con todas las definiciones para el proyecto, independientes de la ciudad y sus habitantes.

En este lapso agregó Salinas, se unieron a la Contraloría Social, al comité para darle seguimiento al proyecto. “Obviamente no funcionó esa Contraloría Social, no funcionó, por parte de la SEDATU y no hubo esa socialización con la complicidad del actual director de bienestar del ayuntamiento, con la Secretaría de Desarrollo Económico, la coordinadora del gabinete y con el responsable de Desarrollo Urbano.

En el tipo de proyecto que se hizo no se contempló la parte estructural del edificio y cómo iba a afectar a lo existente. Y entonces esa parte, pues obviamente como no lo tenía contemplado, comenzó a colapsar el edificio existente.

Ejemplificó: ‘haz de cuenta que una canasta, tratas de meterla en otra canasta más grande, pues obviamente va a presionar y va a ser como una camisa de fuerza.

Entonces eso comenzó a colapsar al edificio y tuvo que haber un proyecto de reestructuración del edificio existente. Estamos hablando sobre todo de la calle de las fachadas porque tumbaron casi el total del edificio. Y al reestructurar eso también se dieron cuenta que no estaba diseñado contra sismos.

Los constructores tuvieron que haber hecho muros de contraventeo. Esos muros son los que ayudan cuando hay un movimiento sísmico, trepidatorio y oscilatorio y se hicieron esos marcos y un espacio flexible o más homogéneo para el uso de cualquier actividad comercial, de oficinas o cualquiera pero ahora no podrá tener modificaciones dicho edificio para otro uso.

Aunque se respetaron algunos conceptos arquitectónicos, patio, accesos, arcos, se tuvo que hacer una estructuración nueva y se eliminaron piezas importantes, el voladito del techo, águilas que había en las entradas por la celebración del centenario, las banquetas, las marcas y un hidrante antiguo, el primero que hubo en la ciudad de 1938.

¿Porque era importante?

Fue la primera vivienda del rancho Ensenada, de las familias Ruiz y Gastélum, por eso los nombres de las dos calles principales.

Luego fue el sitio a donde en 1853 llegaron los filibusteros y se apropiaron de Ensenada.

En la casa de los Gastélum los filibusteros se asentaron y lo denominaron el fuerte McKibbin.

Luego llegó Antonio Meléndrez y defendió el territorio y expulsó a los filibusteros y esa casa fue escenario de la defensa.

Por eso luego se convirtió en el Palacio Municipal y así permaneció hasta 1945 que un incendio lo destruyó.

Un año después el Ayuntamiento pretendía venderlo y fue rescatado para convertir en Mercado Público.

Ahora es un centro comercial del Ayuntamiento.

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